Vuelve la crisis de los alimentos (I): Datos

Pronosticaba Thomas Malthus en su obra “Ensayo sobre el principio de la población” que la población crecería más rápido que la provisión de alimento para la misma, lo que produciría una catástrofe. En términos económicos, esta idea se vería traducida como un aumento de la demanda que, ante una oferta limitada, haría subir el precio de los alimentos hasta el punto de equilibrio entre oferta y demanda. En 1950, la población mundial era de 2.520 millones de personas, en 2006, 6.593 millones y se estima que en 2050 alcance los 9.000 millones, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto debería haber generado una escasez relativa de alimentos, que hiciera subir su precio. Sin embargo, los precios reales de los alimentos cayeron hasta la década de los 90, donde se mantuvieron estables, puesto que se produjo un aumento de la producción agrícola. Desde 2007 los precios de los alimentos han sufrido un fuerte incremento que no se explica totalmente por el crecimiento poblacional.

El siguiente gráfico muestra la evolución de los precios del petróleo, alimentos, materias primas agrícolas y metales desde el año 2000 al mes de julio de 2012.

Observamos cómo los precios de los alimentos se mantuvieron estables durante la primera mitad de la década, mientras que a partir de 2007 comienzan a crecer con fuerza para colapsar a finales de 2008 con la caída de Lehman Brothers y la expansión de la crisis financiera. Recuperaron precios pre-crisis, manteniéndose así hasta mediados de 2010, donde comienzan de nuevo a subir y alcanzan precios máximos de la crisis de 2007-2008. Actualmente, como se ve en la última observación, están volviendo a subir con fuerza, lo que supone graves problemas para la alimentación de la población mundial, pero especialmente de aquella de países menos desarrollados.

Este gráfico registra la subida del precio de los alimentos en su conjunto. Sin embargo, no todos ellos han subido por igual. Productos como la ternera, el cerdo o el pollo, más presentes en las dietas de los países desarrollados, apenas han sufrido variación. Por contra, productos básicos como la soja, el trigo, el arroz y el maíz han subido con fuerza, así como sus derivados. El siguiente gráfico compara la evolución de estos en comparación con el índice de alimentos.

Se puede ver cómo se han visto afectados estos productos por la crisis, con especial relevancia sobre el arroz y la soja, alimentos de consumo masivo en Asia. Asimismo se observa cómo la tendencia de maíz, soja y trigo es creciente en los últimos años, con un fuerte repunte en los últimos meses. El arroz parece estar estabilizado (si es que eso es bueno) a precios elevados. Los productos que se han visto afectados son aquellos llamados "de grano".

Por otro lado, estos son los precios de los productos cárnicos. La novedad con respecto a la crisis de 2007-2008 es que el precio del cordero ha caído con fuerza, mientras que la ternera, estable en la anterior crisis, ha comenzado una fuerte subida. No incluyo el pescado en el gráfico, puesto que su precio es muy superior y quita comparabilidad al mismo, pero su precio está aumentando con fuerza también.

Son preocupantes los precios de los alimentos de grano, pues constituyen la principal aportación a la dieta en la población más pobre, llegando a representar el gasto en alimentación un 50% de la renta, por lo que una subida de fuerte magnitud tiene consecuencias catastróficas. La quinta parte de la población mundial vive con menos de un dólar al día y el 90% de la riqueza mundial se concentra en un 20% de la población, por lo que el alcance del problema es muy elevado. Estos días se producirán reuniones por parte de los países del G-20 para debatir posibles medidas al respecto, ya que junto a la difícil situación económica y dificultades para los ciudadanos se une este aumento de los precios.

Mañana publicaré en otra entrada cuáles han sido las causas de este aumento (quedaba una entrada excesivamente larga) y los "ganadores y perdedores" de esta crisis, que como en toda crisis, siempre existen ambos, aunque no en una proporción justa normalmente.

Más información| Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).