"Esta es la mejor oferta que tendrás. No te diré que puedes salvarte porque no puedes salvarte"

La teoría que nos llevó a la crisis (II): Información completa, vaciado de los mercados y mercados eficientes



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Continúo con la teoría que nos llevó a la crisis y se ha evidenciado incorrecta. El segundo punto en el que se apoya es la existencia de información completa, pero no totalmente accedida por parte de los agentes económicos. Toda la información económica relevante está disponible en el mercado, aunque los individuos acceden a la misma hasta el punto en el cual el ingreso marginal que se percibe es igual al coste marginal. 

Asumiendo expectativas racionales e información completa se llega al supuesto de vaciado de los mercados, es decir, que la oferta se iguala a la demanda, determinando un precio para una cantidad determinada. En este sentido, un shock que produjese un desequilibrio en el mercado sería corregido sin necesidad de intervención, pues los mercados por efecto de las expectativas racionales e información perfecta tienden al equilibrio, aunque con ligeras desviaciones. Desviaciones fuertes en el equilibrio son debidas a problemas en la política monetaria y no a cambios en la demanda, además de considerar la inflación como un fenómeno exclusivamente monetario.

Un último punto de relevancia es la asunción de la hipótesis de mercados eficientes, por la cual se establece que el precio de mercado de cualquier bien o servicio refleja toda la información disponible y se ajusta rápidamente a la nueva información que pueda surgir, pues la búsqueda de beneficio por parte de los agentes garantiza este supuesto. En un mercado financiero significaría que el precio de los activos refleja toda la información presente y futura disponible sobre los mismos, por lo que ningún activo se encuentra sobrevalorado o infravalorado.

La disponibilidad de nueva información pública llevaría a un movimiento por parte de los agentes que haría que el precio incorporase esa nueva información presente o futura. En función de la disponibilidad de la información, existen tres grados dentro de la eficiencia de los mercados.

En primer lugar, un mercado es eficiente en sentido débil si la cotización de los activos refleja toda la información pasada sobre los precios. Esto supone que ningún individuo que analice el mercado en función de los precios pasados pueda obtener beneficio, ya que todos los agentes del mercado actuarán de la misma manera. La mejor predicción de los precios de mañana son los precios de hoy, y el único factor que afecta a los precios es la disponibilidad de nueva información desconocida hasta entonces, que aparece de manera aleatoria.

En segundo lugar, un mercado es eficiente en sentido semi-fuerte cuando los precios reflejan toda la información pasada y también toda la información hecha pública acerca de una empresa o de su entorno y que pueda afectar a cada activo, como publicación de resultados o distribución de dividendos. La única forma de obtener rendimientos superiores a la media es con información que afecta a la cotización pero no es pública (información privilegiada).

Por último, un mercado es eficiente en sentido fuerte cuando el precio de los activos refleja toda la información y nadie puede obtener un rendimiento superior al de mercado.

Estos supuestos han derivado en una tendencia durante los últimos 20-30 años que ha venido a aceptar la creencia de que:
  • Mercados financieros líquidos y eficientes hacen posible que existan un mayor número de productos financieros, de manera que es más fácil que los individuos con capacidad de financiación y los individuos con necesidad de financiación consigan hacer coincidir sus preferencias de riesgo, rendimiento y liquidez.
  • Los mercados financieros son lo suficientemente racionales como para justificar su desregulación y, pese a que pueden ser teóricamente irracionales, la intervención pública no se justifica, pues el ajuste se acabará produciendo de manera autónoma.

Esta crisis supone un cambio de paradigma dentro de la teoría económica. El funcionamiento de los mercados después de la crisis será distinto, o al menos no se creerá a ciencia cierta la teoría, actuando en consecuencia. Sin embargo, si algo ha demostrado la historia, es que las crisis son un punto dentro del ciclo económico, y la dimensión y fragilidad del sistema financiero hacen que la posibilidad de nuevas crisis sea cada día más elevada.

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