"Esta es la mejor oferta que tendrás. No te diré que puedes salvarte porque no puedes salvarte"

Europa ya tiene un plan



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Merkel Hollande press conference

Día de celebración europeo Por fin, Europa sube la apuesta con fuerza en la partida de póker, veremos si es suficiente para ganar la partida con las cartas que tienen. De momento, fuertes subidas en las plazas europeas, subida del euro respecto del dólar, que recupera la cota de 1,23 dólares por euro y caída de la rentabilidad del bono español, que el día 24 alcanzaba una rentabilidad del 7,63% y hoy cotiza casi un punto por debajo, en torno al 6,7%. Sólo ha bastado el anuncio de Mario Draghi, junto con la voluntad francesa y alemana para salvar la moneda única. Esperemos que esta alegría temporal se torne en felicidad la semana que viene en los mercados.

¿Qué medidas puede tomar la Unión Europea para apaciguar la crisis? Varias opciones.

  1. Que el Banco Central Europeo "monetice" la deuda española. Esto es, que imprima dinero fresco y acuda a las subastas de deuda española o al mercado secundario y compre letras y bonos para aumentar la demanda y disminuir el tipo de interés. Teóricamente esto generaría inflación, principal objetivo contra el cual lucha el BCE, aunque a día de hoy no supone el mayor de los problemas. Es la función de prestamista de última instancia, como ya hacen la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra. Sin embargo, no parece la opción más posible, pues Alemania y otros estados, incluso el propio Draghi, se oponen frontalmente a que se altere uno de los pilares de la política de funcionamiento del BCE (no financiar a los países).
  2. Que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) compre deuda. Parece más posible, pues este organismo de carácter temporal dispone aún de 200.000 millones de euros. A corto plazo parece factible, pues es un mecanismo que está operativo y más del agrado de Europa. Sin embargo, para que pueda actuar, el país debe solicitar la ayuda formal, y los fondos estarían sujetos a condicionalidad, a lo que el Gobierno español no está dispuesto
  3. Que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) compre deuda. Actualmente no está operativo, pues aún tiene que ser ratificado por algunos países, como Alemania. Una vez hecho, la disponibilidad de fondos es mayor, en torno a unos 500.000 millones de euros, además de poder incluir una clausula en su funcionamiento para poder obtener financiación a través del BCE y poder actuar como puente para financiar la compra de deuda. Asimismo, sus actuaciones podrían ser independientes, no necesitando de la petición formal por parte de los estados para que actúe. Una vez en funcionamiento, sería lo más apropiado y lo que está mejor visto a ojos del ejecutivo español. La desventaja es que mínimo hasta septiembre no entrará en funcionamiento.
  4. Megasubastas de liquidez. El BCE ya llevó a cabo dos, que relajaron la tensión en los mercados. Sin embargo, es más un parche que una solución al problema, como se ha constatado. 
  5. Programas de compras de activos (LTRO). Existe ya un programa para la compra de activos problemáticos. Una ampliación de los límites del mismo daría más flexibilidad a los bancos para desprenderse de activos como la deuda española en favor de liquidez. 
  6. Relajación de la política monetaria. Vía tipos de interés más bajos (actualmente en 0,75%) y afectando al tipo de interés de garantía de crédito (tipo de interés al cual los bancos pueden pedir prestado dinero al BCE como emergencia) . Una caída de los mismos puede aumentar la liquidez del sistema, sin embargo, puede que nos encontremos en la llamada "Trampa de la liquidez", según la cual, bajadas sucesivas de tipos de interés tienen un efecto cada vez menor sobre el crédito. Si el tipo de interés es suficientemente bajo, pueden no producirse variaciones en el crédito. De nuevo, existen dificultades para ello, pues el BCE no es partidario de relajar tanto los tipos al nivel de Estados Unidos, y de nuevo no es una solución al problema.  También se puede afectar al tipo de garantía de depósitos (tipo de interés que paga el BCE por los depósitos que las entidades hacen en sus arcas). El segundo está actualmente en 0, es decir, no se remuneran. Sin embargo, algunos bancos, debido al riesgo, prefieren depositar sus fondos incluso aunque no generen interés y les supongan un coste de oportunidad (lo que obtendrían por depositar esos fondos en un banco normal o en un activo). Llevando este tipo a niveles negativos incentivaría más la salida de fondos de los bancos. 
Las tres primeras medidas serían más específicas, enfocadas a solucionar el problema de la deuda española e italiana. Las tres restantes serían generales, que proporcionarían un estímulo a la economía de la zona euro. 

En torno a estas medidas, Alemania y los socios del norte de Europa tienen el problema del riesgo moral, pues dar financiación a aquellos países en problemas sin que hagan las medidas apropiadas puede suponer una relajación de las políticas de ajuste. 

En la negociación a favor tenemos la voluntad manifiesta por todas las partes de tratar de llegar a un consenso que saque a España e Italia de la espiral de deuda soberana. En contra, la posición de las partes respecto del mismo: Alemania prefiere que el programa lo lleve a cabo el FEEF, lo que llevaría sujeta una fuerte condicionalidad, ante lo que el Gobierno se cierra en banda (aunque ya gran parte de las medidas vienen dictadas "indirectamente" por la "troika"  compuesta por UE, BCE y FMI).

Un acuerdo de este tipo, que elimine o mitigue el problema de la deuda soberana, junto con una decisión firme hacia la Unión Bancaria Europea puede ser la salida al problema financiero en la Unión Monetaria Europeo y el salvavidas del euro. 

La semana que viene, seguirá la partida de póker. Y recuerden: el 2 de agosto, reunión del Consejo del BCE, donde es posible que salgan medidas a la luz. Estaremos atentos.

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